la diseñadora Mary Katrantzou crecía en su natal Atenas, en Grecia, poseía una colección de perfumería

Cuando la diseñadora Mary Katrantzou crecía en su natal Atenas, en Grecia, poseía una colección de perfumería, pero después se cansó de ella, como la diseñadora misma lo reconoce. Sin embargo, todas esas formas, esos colores, esos diseños y esos aromas de una forma u otra la inspiraron para realizar su última colección, que es una de sus mejores y de las más novedosas del mundo de la moda.

Los diseños de sus prendas, que son en su mayoría vestidos, de su colección 2009/2010, son todo un juego para la vista ya que parecen botellas reales de fragancias como Jean Paul Gaultier, Givenchy y Guerlain, entre muchas otras, dándole a las modelos que los visten unas formas increíbles que son casi inconcebibles y dándole juego a la imaginación y a los sentidos.

Mary Katrantzou se dedicó a diseñar vestidos con las facetas, las curvas y las formas tanto de fragancias reconocidas modernas, como de aquellas más antiguas, haciendo un gran énfasis en la silueta femenina. Y es que esta diseñadora griega ha logrado plasmar exactamente el espíritu de todas esas fragancias y la feminidad que brota de cada una de ellas.

Pero esta no es la primera oportunidad en la que esta diseñadora hace de otros objetos la inspiración de sus diseños. Ya en el año 2008, Mary Katrantzou, incluyó en su colección vestidos con impresiones de joyas gigantes, dando así la ilusión de que se estaban vistiendo collares gigantes. Y las impresiones en ellos eran tan perfectas que se borraba la línea entre las joyas reales y las que estaban impresas.