Escoger la fragancia adecuada para nuestro cuerpo puede ser una tarea sumamente agotadora. Basta decir que sólo nuestro olfato puede diferenciar los aromas con solo 6 fragancias. Ya después pierde el sentido del primer perfume percibido.
Por eso, a continuación presentaremos una guía de las distintas familias de olores más conocidas:
Las flores: es la composición más utilizada en perfumería femenina. Para las mujeres románticas que les gustan el frescor, la naturaleza, el esteticismo y el olor a flores. Ejemplo Comme une Évidence, eau de parfum, Yves Rocher.
Las hespérides: compuesta por los cítricos como limón, pomelo, bergamota y naranja tiene su reputación por su ligereza y su frescor. Para mujeres más tradicionales y con preferencia a las aguas de colonia, la opción es un perfume hespéride clásico ya que el hespéride moderno es una nueva versión que rejuvenece la gama de las colonias.
Familia Chypre: composición basada en aromas de musgo de roble, de pachulí y de bergamota. Las mujeres elegantes gustan de esta mezcla de aromas florales o afrutados que se unen perfectamente por su frescor. Ejemplo: Ô de Lancôme, Lancôme.
Los ámbares: considerados de aroma cálido o lo que también se llama aroma oriental, con fragancia de vainilla y ligeramente especiado. Para mujeres de carácter muy femenino. Ejemplo Shalimar de Guerlain.
Las maderas: perfumes formados por aromas de hespérides y lavanda que invitan a una combinación de calor y frescor seco. Para mujeres muy audaces.
Los helechos: mezclan la lavanda y un fondo maderero caliente que crea un efecto contrastado caliente/frío. Un perfume más bien masculino de persistencia firme.
Los
cueros: aromas que se clasifican dentro de la categoría de los perfumes masculinos que sirven tanto para mujeres como para hombres. Con olores que recuerdan el cuero curtido, utilizan aromas de tabaco o miel, estos perfumes agradan a las mujeres que asumen su lado bohemio.